Los peldaños nos conducen de una percepción a la siguiente en saltos evolutivos, saltando entre niveles de expansión, alegría y apertura del corazón. Nos muestran que tenemos que dejar atrás todo lo que hemos aprendido para abrirnos a algo nuevo, y luego integrar y sintetizar todos los diferentes pasos que hemos dado.

¿Puedes dejarte guiar por vórtices de luz, siguiendo tu alegría? Se te invita a soltarlo todo, y dar un salto al siguiente lugar. Tal vez se trate de una nueva relación, de cambiar de lugar o de desprenderte de viejas emociones. Esta carta te anima a soltar viejos equipajes y a ir hacia el siguiente peldaño, a dar un salto de fe.

Recibir esta carta significa que estás preparado para el siguiente paso, que es un cambio de paradigmas. Todas las habilidades que has dominado hasta ahora te han ayudado mucho en tu camino, pero para ir más allá, necesitas abrirte a algo nuevo. No te aferres a los conocimientos del pasado, ¡porque te mantendrán estancado!

¿El peldaño que tienes delante parece resbaladizo, no parece un buen cimiento? Esto se debe a que están fuera de tu zona de confort. Las piedras te invitan a saltar, y también los gigantes que son sus creadores empiezan ahora a hablarte.

Los gigantes te cuentan cómo han podido moldear las piedras como si fueran masa, y colocarlas en los lugares adecuados. De este modo han creado caminos de luz a través de la Tierra, que muchos ven como formaciones naturales. Cuando miras más de cerca estas formaciones, puedes ver escalones, puentes y refugios, caminos que conducen a vórtices de luz.

Los peldaños te conducen a través de un río, y al otro lado te espera un dragón de luz. Sí, seguir los peldaños conduce a la elevación y la ascensión, a un nuevo paradigma de luz que no estaba disponible en la planta baja. El dragón te muestra octavas superiores de luz, atmósferas más delgadas desde las que puedes supervisar a los que están atados a la Tierra.

Este dragón amoroso es familia de luz de Lemuria, que te habla de todos los diferentes peldaños de la humanidad. Por cada retroceso ha habido también una gran expansión, pero en la Nueva Tierra estos retrocesos ya no son necesarios.