Tu familia de luz te invita a una sintonización de posibilidades ilimitadas para responder a las preguntas profundas que puedas tener. "¿Pueden el León y el Cordero sentarse juntos? ¿Puedo estar completamente en paz con mis emociones, sin necesidad de defensa o protección, incluso cuando siento heridas profundas? ¿Puedo sentir el poder y la valentía del Corazón, sin que me afecte ningún victimismo, y sin que me afecte ninguna negatividad de los demás?"

"¡Sí!", dicen tus guías de la luz, pero la mente lineal podría poner algunas objeciones. "¿No estoy demasiado herido para encontrar la paz, para abrir mi Corazón? ¿Y si el León tiene hambre o el Cordero tiene miedo?". Los milagros pueden ocurrir, Niño de las estrellas lemuriano, ¡sólo tienes que abrir tu Corazón a la posibilidad!

Los guías lemurianos hablan del gran poder de elevar tu vibración. Los depredadores pueden llegar a ser como animales domésticos, o incluso comedores de plantas, porque su química corporal puede cambiar en vibraciones más ligeras. La vibración lemuriana, que va más allá del paradigma de la supervivencia, más allá de alimentarse de otro, está volviendo a la Nueva Tierra.

La Madre Divina abarca a todos, incluidos los depredadores y las presas. Tal vez tu cuerpo requiera la vibración de la carne, o emocionalmente funciones enseñando los dientes. Abraza al León feroz que llevas dentro, y también al Cordero vulnerable que puede sentirse víctima, solo o abandonado. Ámate a ti misma expresando plenamente tu Verdad y dejando de juzgarte.

Esta carta significa que tu vibración se está elevando para integrar al León y al Cordero. ¿Te identificas como depredador o como presa? Todo se abraza ahora en el Amor Divino, lo que te permite observar las reacciones del León y del Cordero. Estás uniendo estas partes, volviendo a la armonía a través de la perspicacia y la compasión.

Si recientemente te has sentido a la defensiva, entonces se trataba del León que hay en ti. Este ser poderoso intentaba protegerte, porque dentro de ti había un cordero profundamente vulnerable. ¿O te sientes a veces como una víctima? El Cordero que hay en ti puede sentirse incomprendido, rechazado o abandonado. Como Cordero, necesitas desprenderte de estas identidades para ocupar tu lugar junto al León. Permite una sanación profunda tanto para el León como para el Cordero.

Para transformarse, el León y el Cordero necesitan escucharse mutuamente, comprenderse y hacerse amigos. ¿Te sientes confuso respecto al León que hay en ti, respecto a sentirte enfadado o incluso agresivo? Entonces este lugar donde no comprendes al León es el lugar donde tú mismo te sientes incomprendido. Éste es el lugar donde ahora tienes una nueva oportunidad de entrar en contacto con las heridas del Cordero.