El profundo amor del Rayo Rubí desciende para sanar la separación, el trauma y la autoconversación negativa. Los seres ascendidos utilizan el color Rubí para transmitirte su profundo amor. También es un color que puedes utilizar para nutrirte a ti mismo y a otros seres, incluida Gaia. Compartir es natural en el proceso de sanación en el que el Rayo Rubí se recibe en tu cuerpo físico y energético.

¿Tienes un profundo anhelo de ser nutrido y amado incondicionalmente, o conoces a alguien que tenga este anhelo? Permite el amor profundo del Rayo Rubí, que no juzga porque es un amor profundo pero sin ataduras. En la densidad emocional que yace en la Tierra, la mente humana piensa que el amor tiene que demostrarse mediante el drama. Pero en los éteres, entre los Ascendidos, se sabe lo contrario. El amor del Rayo Rubí es un amor más profundo, una sabiduría que se te invita a explorar.

Humano, los Ascendidos se inclinan ante ti. Ellos son Maestros Cósmicos, pero tú te estás realizando como Maestro Terrenal. Estás haciendo el trabajo de base en el que pones los pies en el barro. Los Ascendidos se inclinan ante tus pies para lavarlos, para rendir respeto a esta cooperación divina. Éste es el profundo amor que sienten por ti, el amor desapegado pero íntimo del Rayo Rubí.

Querido humano, la Tierra te necesita, pero no de la forma que podrías pensar. Los humanos tienden a convertir a Gaia en otro humano, a proyectar en ella emociones humanas. Ésta no es la verdad; la Tierra no puede ser salvada por el pensamiento mental-emocional y no necesita ser salvada. La Tierra no juzga ni sufre, sólo siente el sufrimiento de la humanidad.

Aliviar a la Madre es renunciar al pensamiento mental-emocional para que TÚ puedas salir adelante. Tu Verdadera Expresión y Amor es lo que Gaia anhela, no para sus propias necesidades, sino para el bien más elevado de toda la humanidad. Esta rendición es el amor del Rayo Rubí, el Amor Verdadero, la Verdad.

Cuando trabajas con el Rayo Rubí no te afecta el sufrimiento de la humanidad, no lo estás cargando sobre tus hombros ni dejando que suba por tus pies. Más bien, estás componiendo música divina mientras los Ascendidos dirigen una orquesta de luz. Juntos traéis el Amor Rubí que limpia la densidad.

Los Ascendidos de las Pléyades enseñan sobre este amor y esta energía, este dejar ir el apego personal. Cuando el espíritu entra en la materia, necesita apegarse, del mismo modo que un niño lemuriano se apega a su madre. La madre utiliza entonces el Rayo Rubí para nutrir al niño, y el niño reconoce esta energía. Esto crea una memoria en el niño, recuerda la energía amorosa aunque todavía no haya evolucionado para comprender plenamente este Amor Rubí. Mediante la inmersión en el Amor y la Vida, el lemuriano evoluciona y su comprensión del Amor y la Vida se purifica y refina. Éste es un proceso natural y cósmico de evolución.