Imagina una Tierra sin sufrimiento, una Tierra en la que la plantilla lemuriana haya fructificado. Has recibido esta carta porque se te pide que te atrevas a soñar.

No siempre es fácil abrir el corazón a grandes visiones, sobre todo si te has sentido decepcionado en la vida. Entonces, por favor, date cuenta de que esta visión no es un emplasto para cubrir tu dolor ni el de nadie, no es un ideal en el que creer. Se te invita a abrirte a este sueño porque eres un co-creador y puedes desempeñar un papel en la manifestación en curso de la Nueva Tierra.

Para contribuir a la manifestación de la Nueva Tierra, primero tienes que verla. Luego tienes que empezar a vivir en la Nueva Tierra manifestándola en tu propia vida. Puedes hacerlo siguiendo a tu corazón, estando en tu propia integridad. Cuando vives en la Nueva Tierra, ves a todo el mundo en su luz, aunque muchos sigan en el viejo paradigma.

Cuando te atreves a soñar en grande, estás creando una nueva realidad no sólo para ti, sino para todos. Estás ayudando a un proceso cósmico de despertar, de evolución espiritual. Cuanto menos ego pongas en ello, más eficaz será. Recuerda que estás apoyando un flujo natural sin intentar salvar, arreglar ni cambiar a nadie. Ésta es la invitación a permanecer en una vibración elevada, lo cual es un reto muy gratificante tanto para ti como para los demás.

En el flujo divino de la Nueva Tierra, ya no hay reglas estrictas que debas seguir para crecer espiritualmente. De todos modos, esas reglas siempre han sido una ilusión. Siempre se te guía en la dirección correcta, la dirección que facilita tu evolución espiritual y el bien más elevado de todos.

Hay mucho apoyo galáctico y universal para la manifestación de la Nueva Tierra. Este momento único de cambio ha sido previsto por los ancianos, los administradores de la Tierra. Los pleyadianos co-crearon muchos portales antiguos de alta vibración que se están reactivando ahora, tal como se pretendía que hicieran originalmente. Por favor, conecta con estos regalos pleyadianos más allá del espacio y del tiempo, que a menudo fueron creados con ayuda lemuriana, para recibir un Abrazo Cósmico de tu familia de luz, una bendición para el Cielo en la Tierra.

Permitir que Dios entre en tu Mundo Físico