El río de la abundancia nos habla de la verdad de nuestro derecho natural de nacimiento, y disuelve las creencias de escasez. En lugar de ganarnos nuestro valor mediante el sufrimiento, podemos multiplicar nuestra abundancia compartiéndola con amor lemuriano.

Deja que los guías lemurianos te lleven ahora en un viaje para abrir tu Corazón a muchas alegrías y bendiciones y para dejar ir el pensamiento residual del viejo paradigma. ¿Puedes ver las ilusiones de la mente con claridad? Sé consciente de que, incluso en el Cielo en la Tierra, la mente no puede recibir estas bendiciones al principio.

Imagina que estás justo en medio del Río de la Abundancia. Como un joven delfín, estás aprendiendo a navegar, aprendiendo a mover tus extremidades para nadar.

"¿Cómo puedo aceptar esta abundancia cuando el viejo paradigma me ha enseñado que no soy digno, que no soy lo bastante bueno? He aprendido que sólo puedo sobrevivir mediante la sangre, el trabajo, las lágrimas y el sudor, ¡no cómo recibir mediante el disfrute! Necesito salir de este río, ¡porque siento que me ahogo!".

En completo pánico, intentas esforzarte para llegar a la orilla del río. Los sonidos de las olas son cada vez más fuertes, casi ensordecedores, cuando empiezas a reconocer en ellos la voz de los ancianos lemurianos.

"Recuerda que has nadado en este río muchas veces. Recuerda que fuiste un delfín y una sirena, que pasaste alegres vidas en este río. Recuerda que al recibir alegría y abundancia en tu corazón, entras en un flujo y facilidad naturales. Recuerda esta facilidad que es tu derecho divino de nacimiento, niña de las estrellas lemuriana".

Respiras profundamente y permites que toda la tensión se desprenda de tus hombros. Ahora reconoces la prístina Lemuria, sientes la gracia divina y la gratitud de que el río te haya traído hasta aquí. Simplemente sabes que eres abundante, conoces tu derecho divino.